Bienvenidos al país sin fronteras

Todo lo escrito rompe las fronteras de la libertad, son muestras de mis sentimientos y la verdad es que lamento que sólo me inspire la tristeza. No obstante, espero que os gusten mis textos/relatos, y si es posible, que os lleven a reflexionar. Un saludo.

lunes, 14 de marzo de 2011

Todo lo que deseo.

Todo lo que deseo...

Eres tú, besarte a la luz de las estrellas y recordarte que siempre serás bella. Recordarte que iluminas mi vida más que el Sol, que me haces respirar más que el aire, que me haces volar más que el viento, que me haces perderme más que unas olas traicioneras en el mar, que incendias mi ser y mi corazón más que el mismo fuego, que despistas en mi la chispa de vivir más que cualquier rayo.

Me gustaría poder convencerte de que el miedo que nos separa es la espada más afilada que jamás se ha forjado, me gustaría poder confirmarte que podemos hacer como que esa espada nunca ha existido. Pero ahora mismo no me haces volar, me haces naufragar en un mar a tu voluntad, y soy náufrago sin tu piedad. Soy náufrago por aguas peligrosas, por mil penas tormentosas, náufrago por el sentimiento que nos transmiten las rosas, por ignorar algunas pequeñas cosas. Y lo que te pido es la verdad, porque estoy perdido en un mundo de sensaciones, porque soy un albatros en un océano de confusiones. La luz de tu faro está apagada y no puedo evitar sentirme perdido, lucho por gritar desde el agua y que ahí, en tierra, me escuches. No obtengo tu respuesta, y siento como se me cae el peso del mundo una vez más. Un latido, vaya, parece que aún no está todo perdido, parece que tengo que seguir la voluntad de lo que mi corazón sin mi permiso ha decidido, llegar a tu corazón y hacerle despertar de su pesadilla a besos, porque yace en el suelo roto con un sentimiento aparentemente muerto, agotado en una súplica eterna llena de rezos. Quiero que te quede claro que mi amor es la cura, que nuestros besos serían la locura, y que en un ciclo infinito de felicidad acabaríamos perdiendo la cordura que nunca hemos poseído y que nunca nos ha caracterizado.

No me arrepiento de nada porque ahora te conozco por ser como soy y porque me ha pasado todo lo que en el pretérito está narrado, separado del presente en el que esto te escribo y separado a su vez del futuro en el que tal vez se junten nuestros latidos. No quiero que se vuelva a romper, no quiero verle en el suelo y sentir que no puedo más, no quiero volver a sentir la agonía de despertar cada día con el vacío de que te he perdido, de nuevo, no quiero ver a mi corazón arrastrarse por sobrevivir a una carga que le viene demasiado grande, no quiero otra cicatriz más que demuestre mi valentía por amar, no quiero tener que esperar más por un sentimiento mutuo que no sé cuando va a llegar. No es una amenaza, es una mentira que deseo que no acabe siendo cierta. Tú y yo, esa es mi verdad, tú y yo, ese es mi deseo y de mi corazón, mi voluntad.

-Sergi Bosch

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