Bienvenidos al país sin fronteras

Todo lo escrito rompe las fronteras de la libertad, son muestras de mis sentimientos y la verdad es que lamento que sólo me inspire la tristeza. No obstante, espero que os gusten mis textos/relatos, y si es posible, que os lleven a reflexionar. Un saludo.

domingo, 6 de marzo de 2011

Sangre y veneno.

Una noche interminable, sin nubes, con estrellas que se queman en su lejanía y que se acercan y alejan a placer de una fuerza desconocida. No hay señales de vida, es una urbe que probablemente hace tiempo, fué la cumbre de alguna civilización. El muñeco es lo único que se mueve, camina en en el asfalto irregular, lleno de grietas e irregularidades. Los edificios, idénticos todos, proyectan una sombra infinita en el único camino practicable. Todo cuanto le rodea es el retrato de una ciudad muerta, pero no le importa. Sólo se cuestiona el sentido de su vida. Siente un vacío en su pecho, de ahí de donde vienen los latidos, sabe lo que está viviendo porque ya lo ha vivido, sabe lo que va a pasar y lo desconoce al mismo tiempo, está vivo y muerto a cada instante, es una existencia compartida entre dos sentimientos opuestos. A cada paso que da, sabe que está mas cerca del principio, pero poco puede hacer, porque andar es lo único que conoce con seguridad. Cada vez que sus pies tocan el suelo, una visión le ocupa completamente la mente, son almas que han cruzado su vida. El muñeco no se detiene, porque cada imagen es algo que ya ha visto. La luna, teñida de rojo, confirma la existencia de un mundo que no existe, un mundo donde todo comienza y acaba al mismo tiempo. Sería un error decir que avanza por libertad, pues camina porque es esclavo de sus temores. A medida que se va acercando a lo que intuye que es el final, olvida todo lo que ha visto hasta ahora, en éste momento, todo carece de importancia, siente el impacto de algo más fuerte, de algo más necesario, que le hace ver que el resto es insignificante. Siente que el centro de sus latidos se está rompiendo, pero no se detiene hasta que ya es imposible negar que la grieta ha roto su corazón en dos. "Si está roto, ¿por qué sigue latiendo?" se pregunta y vuelve a retomar su camino. La lucha interna cobra fuerza, se halla dividido entre dos sentimientos que eclipsan el resto de sensaciones, mientras un dulce veneno le corrompe desde dentro y se expande por sus venas, tornandose ahora de color negro. La angustia se convierte en su realidad, quiere volar, pero sabe que no ha nacido para eso, pero no está dispuesto a ceder, no quiere abandonar, apreta la marcha y echa a correr tan rápido como quiere, evitando una tentación para caer en otra. Ya sabe que es lo que pasa cuando se queda quieto en el final del sendero, que sea rápido es su único deseo, pero renace un sentimiento muerto, siente como un alma le sonríe, haciéndole ver que la angustia es el pasado y la sonrisa el presente. Se materializa una puerta, el muñeco tiene miedo de abrirla y también tiene miedo de dejarla cerrada, pero la sonrisa, que ya es un recuerdo del pasado reciente le lleva a abrirla y a entrar. Se siente limpio, se ha liberado del veneno, de la angustia, y ahora empieza de cero. Ignora que una nota de ese corrupto veneno sobrevive, que en la otra realidad, se arrastra hasta el principio del trayecto, porque sabe que el muñeco volverá.

-Sergi Bosch

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