Si cada paso es una anécdota, una locura
o una sensatez, no lo dudes,
no pienses más en el ayer
que el tiempo todo lo cura.
Si mi vida es un día,
ni vengas ni te vayas,
déjame buscarte, déjame viajar
quiero encontrar alegría,
y en el amor más nunca pensar.
Si sólo me queda ahora
tierra y eternidad,
más feliz me iría sabiendo
que elegí la libertad
y en mi no pesaría la duda
porque como todo, segundo
a segundo, voy muriendo.
Si ésto siento cuando te quiero,
mi amor, perdóname, pues de ti me olvido
la clave está en ignorar
y la vida ya me enseñó
la lección de que duele amar
y para qué me voy a enamorar.
Si el olvido me permite sonreir,
sin duda eso voy a elegir.
Y no es tu culpa, porque no te advertí.
Como el humo, se va la emoción,
y con pasión te digo,
que sólo tu enciendes chispa en mi.
Si me esperan muchos años de vida,
los viviré con el corazón cubierto
y la mente perdida.
Porque así soy feliz,
porque es un camino que me aleja de ti.
Si mis sueños en algún momento
me despiertan, sólo pido
que me guíen en oscuridad,
que me acompañen en la luz,
que me den fuerza para seguir,
que acompañen a mi corazón,
en la dirección en la que siempre
sentí, en la dirección que siento,
en el camino que sentiré.
Si mis amigos siempre me aguantan,
dame vida fuerza para devolverles el favor...
dame un abrigo en el frío para darles calor,
déjame acompañarles en su dolor,
déjame alegrarme en su felicidad,
porque no hay mayor realidad,
que la ayuda de un amigo de verdad.
Si mi futuro no está decidido,
déjalo así, que ya varias veces
me encontré a mi mismo al estar
todo perdido. Y si el camino
sólo tiene una dirección,
dame valor para arriesgar
y mi dirección trazar.
Dame suerte, pues ésto es una selva
y no sé hasta donde me voy a aventurar.
Si mi presente es una mentira,
déjame creerlo para vivir
sobre decisiones y abandorar toda duda.
Y si no es una mentira,
dame fuerza para aceptar,
que cada segundo queda atrás.
Si mi pasado me persigue,
dame un motivo para ignorar,
dame una razón para a mi meta llegar,
dame la seguridad...
para volver a llorar,
para olvidar, nuestra mentira,
y tu verdad.
Si así es como soy,
recuérdame que debo ser feliz,
pues tal cual soy, mucha gente me odia
pero alguna gente me ama.
Recuérdame que soy original
y no una copia de moda de la sociedad,
recuérdame que no importa ni la mentira
ni la verdad, que quererse a uno mismo
y aceptarse es lo que importa
de principio a final.
Si así es como me voy,
me gustaría tomar tu mano,
recibir tu sonrisa,
y avanzar por el sendero juntos
recorrer cada locura sin prisa,
en el cabello sentir la brisa...
despegar y no abandonar el vuelo,
besarte y acariciar tu pelo...
y cuando me preguntes cuánto te quiero,
mirar atrás, reirnos, porque sabes
que explicarlo ya no puedo.
Y si ésta es mi confesión,
no conozco mayor atención,
que la que el papel me ofrece.
Buenos y malos momentos siempre hay,
y la armonía aumenta y decrece.
Pero tras noches sin fin,
al fin comprendí que para qué sufrir,
si tengo motivos para siempre sonreír.
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